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Alargando los cócteles y sabores clásicos
Los cócteles son flexibles y se puede jugar con ellos para crear sabores únicos. Sigue leyendo y aprende a dar un toque fresco a los cócteles clásicos.
Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
Las bebidas «extensibles» toman recetas ya existentes, normalmente tradicionales o «clásicas» (por lo general, bastante espirituosas por naturaleza), y aplican sus sabores o ingredientes a un nuevo formato, como un highball.
Para «estirar» una receta, debe existir un profundo conocimiento y familiaridad con la bebida en cuestión. Cuando alguien ha servido una bebida innumerables veces, comprende y aprecia la flexibilidad del carácter del cóctel: lo que puede estirarse, lo que funciona y lo que no.
El nuevo formato de una bebida suele estar pensado para un consumo más prolongado («alargado»), lo que refleja el cambio de actitud hacia el consumo consciente. Esto no sólo da una nueva vida a las recetas más antiguas, sino que puede ayudar a la cuenta de resultados de un bar, ya que a menudo contienen menos ingredientes y son más adecuadas para las ventas por volumen.
La clave para preparar cócteles únicos y sabrosos es experimentar con diferentes cócteles y sabores. A continuación, exploramos tres cócteles clásicos y cómo ampliarlos.
Clavo oxidado
La historia de la Rusty Nail está tan llena de leyendas y folclore que ha adquirido un estatus de culto entre los camareros. Bajo la apariencia de múltiples nombres y proporciones, este banger de dos ingredientes ha coleccionado historias de origen que abarcan desde principios de la década de 1930 hasta mediados de la década de 1960.
Mi historia favorita del Rusty Nail es que el cóctel se creó en Hawai alrededor de 1942 para el artista Theodore Anderson. Me encanta la idea de que alguien en el clima de Hawaii diera al mundo una bebida que, para mí, evoca imágenes de noches frías y acogedoras chimeneas.
La receta tradicional es bastante espirituosa, así que quise tomar el atrevido perfil de sabor de la Rusty Nail y crear una bebida más apta para una sesión. Mi riff se basa en la sencillez de la bebida y en su «herencia» polinesia. Las notas de frutas tropicales de Johnnie Walker Black Label hacen que la bebida cante, mientras que la inclusión del coco y la lavanda la hacen bailar.
Blood & Sand
Extraída directamente del legendario libro de cócteles Savoy de 1930, la historia de esta bebida se remonta incluso a 1922. Ocho años antes de llegar a la imprenta, la bebida se ganó su nombre al debutar en el estreno de la película taurina de Fen Niblo y Dorothy Arzner, «Sangre y arena».
Naturalmente, este matador eligió el rojo para esta ocasión. Johnnie Walker Red Label es perfecto para «alargar» este cóctel. Es vibrante y juguetón, y su final es lo suficientemente largo, con un toque de especias y otro de cremosidad, para añadir complejidad a una versión más larga de la bebida.
Me encanta la idea de que la élite de Hollywood disfrutara de Blood and Sand o en español "Sangre y tripas" como aperitivo, así que quise centrarme en levantar algunos de los elementos más pesados, pero conservando el perfil de sabor original. Un cava seco añade un gran toque cítrico a las notas más atrevidas y ese pequeño toque de romero lo une todo muy bien.
Cobble Hill
Este clásico contemporáneo procede de Milk and Honey, en Nueva York. Creado por Sam Ross en 2009, en un principio se concibió como un cóctel a base de centeno. El talentoso Sr. Ross describe la bebida como un «Manhattan veraniego», pero creo que se está quedando corto con su creación: es delicioso todo el año.
Yo le he dado una vuelta de tuerca y le he dado un toque veraniego añadiéndole cítricos frescos y soda. He incorporado los sabores fundamentales de un Cobble Hill en una versión más larga y ligera, sustituyendo el centeno por las notas picantes de Johnnie Walker Red Label.
Repleto de canela y especias, tiene suficiente cuerpo para apoyar al Montenegro, pero sin dominarlo. La llegada tardía del pepino añade un equilibrio crujiente al resultado. Cada ingrediente debe aportar algo a la fiesta. Si no es así, no lo invites.
PUNTOS CLAVE
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Los tragos más largos son cada vez más populares en todo el mundo, lo que permite servir bebidas con menos alcohol.
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Alargar las bebidas puede beneficiar a su bar, ya que fomenta un servicio de gran volumen al tiempo que ofrece a los clientes sabores conocidos en nuevos formatos.
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Las bebidas más altas suelen ofrecer un lienzo más grande para que los camareros den rienda suelta a su creatividad.
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El reto de «estirar» los perfiles de sabores tradicionales para adaptarlos a los paladares contemporáneos es encontrar un equilibrio y trabajar con esas proporciones.
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Es importante entender la receta original antes de experimentar: por algo se han ganado el estatus de «clásicos»; las variaciones deben realzar los sabores, no sustituirlos.
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