Para lograr llegar lejos en este sector se requiere mucho sacrificio, por lo que un componente muy importante es la pasión por el tipo de trabajo que estás realizando. No importa si eres bartender o mesero, realmente debes tener amor por lo que haces para sobrellevar los largos turnos, lidiar con quejas y los horarios inusuales.

¿La contrapartida? Trabajarás en una de las industrias más enriquecedoras, innovadoras, solidarias y divertidas que existen. 

¿Dónde comenzar la búsqueda de la excelencia para tu bar? Justamente un diferencial extraordinario es la atención del personal. En esta era virtual, uno no debe olvidar que las habilidades efectivas de comunicación verbal y no verbal deben ser enfatizadas y muy bien cuidadas. He aquí una revisión de los básicos que debes tener en cuenta:

• 1-No hay manera de no comunicar: lo haces al caminar, al hablar, al hacer gestos y con tu postura. Entonces, lo mejor es que repases cuál es tu actitud a la hora de comenzar tu jornada laboral.

Si no estás seguro de cómo manejar tu expresión corporal, practica frente al espejo hasta conocerte y poder mostrar tu mejor actitud frente al cliente.

Es importante que mantengas la sonrisa siempre que puedas. No se trata de andar por el bar o restaurante pareciendo un maniático, sino de dar la imagen correcta. Siempre es buena idea demostrar que disfrutas de lo que haces. De esta manera, podrás lograr que tus clientes se sientan más relajados y a gusto. Asegúrate de mantener un ambiente cálido, distendido y cómodo para disfrutar de cuál sea el servicio que ofrezcas en tu establecimiento.

• 2-Sé creativo: parece algo menor, pero es realmente una de las mayores virtudes que puedes poseer si deseas prosperar en la industria.

La creatividad te sacará de los esquemas establecidos y te llevará a innovar. Esto indudablemente te hará crecer en la industria, sea con un ascenso o ganado parte del mercado. Es fundamental que pierdas el miedo y te sientas seguro a la hora de usar tu creatividad.

Corre la voz. Si tú eres creativo, contagiarás al resto del equipo y tu establecimiento de seguro resaltará entre los demás.

• 3-Regla de oro: algo que nunca está de más repetir es que quien trabaja en hospitalidad es, ante todo, un vendedor.

Esto no significa que vendas cualquier cosa a cualquier cliente. No se trata de cantidad, sino de calidad. Un buen vendedor es aquel que sabe qué vender y a quién. Para eso, debes entender las necesidades de tu cliente y además, es sumamente necesario un conocimiento exhaustivo de lo que ofreces.

A la hora de vender, asegúrate de saber cómo adaptar tu producto o mensaje para distintos públicos.

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